estaba llena de gente como yo, gente que no podía sentarse quieto, gente que tenía que moverse para pensar

Pero antes de salir de la habitación, él encendió la radio que estaba en su escritorio, y cuando salieron de la habitación, le dijo a mi madre, «Quédese aquí y mírela».

Al minuto de abandonar la sala, yo estaba de pie, moviéndome al ritmo de la música. Me estuvieron mirando durante unos minutos y él se giró y le dijo a mi madre: «Señora Lynne, Gillian no está enferma, es una bailarina. Llévela a una escuela de danza.»

– ¿Y qué pasó?

– Mi madre lo hizo. No puedo decirle cuán maravilloso fue. Entramos en esta sala y estaba llena de gente como yo, gente que no podía sentarse quieto. Gente que tenía que moverse para pensar.

Visto en TED Talks: Ken Robinson: Las escuelas matan la creatividad?

Deja un comentario